Hace hoy justo un año que nos compramos una pequeña parcela en el campo, teníamos un poco de dinero ahorrado y lo que pasa que te das cuenta que de una vez o de otra empiezas por pequeños pellizcos porque te hace falta y cuando te das cuenta te has quedado sin dinero y sin nada. Es entonces cuando decidimos que en vez de gastarlo en tonterías lo mejor era invertirlo en algo que nos gustara en casa, algo que nos hiciera felices y que de verdad nos entusiasmara, somos amantes acérrimos del campo y la verdad que una parcela en la que poder hacer una pequeña casa en las que pasar los fines de semana y los días de verano nos llamó mucho la atención. A sí que antes de arrepentirnos empezamos como locos a buscar un sitio cercano a casa por supuesto que tuviera agua y luz para poder tener todas las comodidades que se necesitan solo que en el campo, la andadura fue larga pero al final la encontramos y para nuestra suerte hasta con la casa construida que por cierto nos encantó, tan solo necesitaba algunos retoques y ponerla más a nuestro gusto pero era perfecta.
El sitio estaba muy bien pero el sol pegaba allí de lo lindo tanto es así que solo podíamos ir al atardecer cuando el sol estaba casi a punto de esconderse, la verdad que no era lo que queríamos y para apañarnos nos hicimos de unas sombrillas de playa que teníamos guardadas como unos tropecientos años y que de momento nos dejaban comer al aire libre sin que el sol nos achicharrará todo el tiempo. Pero claro no era muy estético que digamos, no era lo que estábamos buscando, de momento para apañarnos bien pero no algo que quisiéramos a largo plazo, estuvimos pensando en la idea de hacer una pérgola pero llevaba algún trabajo y no sabíamos ni por donde empezar. Así que hicimos lo más prudente y correcto que fue llamar a quienes de verdad saben de esto a una empresa de venta de pergolas en barcelona y fue como en poco tiempo el sol no daba allí para nada, de esa forma hemos podido disfrutar todo este tiempo de nuestra gran inversión, tanto es así que ya no vamos a tardar casi en mudarnos y quitarnos enseguida del calor infernal de la ciudad, de los ruidos y marcharnos a la pura tranquilidad.