Por suerte para todas nosotras y me refiero en general al sexo femenino la vida ya no es tal cual era antes, y me refiero a todos los sentidos, desde luego no hablo de pocos años atrás sino de unos cuantos más, en los que no podíamos opinar libremente y en las que solo éramos simples siervas de los hombres. Por suerte hemos ido evolucionando y aunque todavía nos queden muchas rencillas por romper podemos decir que ya no somos tan vistas como el sexo débil, hoy en día podemos progresar como cualquier hombre y llegar a lo más alto sin tener que quedarnos en casa cuidando de ella y de nuestros hijos, es verdad que los comentarios a diario pueden ser ofensivos pero ahí estamos al pie del cañón demostrando que podemos con todo. En cuanto a lo referente a la sexualidad, eso es un tema que no terminamos de abrir los ojos al mundo real y darnos cuenta que debemos vivirla como es, sana y lo más normal de mundo y que hasta los animales disfrutan de ella sin tantos tapujos.
Pues bien a lo que iba que me enrollo con cosas que me indignan y no paro, yo en mi caso vivo mi sexualidad como me viene en gana sin preguntar y sin dar explicaciones, al que no le guste que se aguante yo respeto a todo el mundo y exijo el mismo tipo de respeto para mí. Pues bien me gusta salir con mis amigas y no me importa decirlo si conozco a un buen mozo voy hasta el final con él, sin remordimientos y sin ataduras, no estoy preparada para tener pareja y busco un poco el conocer a muchas personas más. Pues bien hace unos meses tuve un susto tremendo, conocí a un chico no pondré nombres y la verdad que acabamos en mi casa tomando la última copa, no fue un problema de no usar preservativo yo siempre lo uso eso lo tengo claro, fue un problema que yo no tenía y el que llevaba él al parecer estaba roto, y el temor a quedar embarazada fue brutal, lo mandé a su casa y llamé a una amiga enfermera que me recomendó ir a la farmacia a comprar la píldora del día después, como nunca antes la había necesitado cómo saber si la píldora del día después ha funcionado pues por suerte encontré una farmacéutica que me habló de todo y mis miedos al momento desaparecieron.