Cualquier máquina mecánica que implique movimientos tendrá desgastes y, por eso, amerita de mantenimientos periódicos, que se deben cumplir con dos objetivos: garantizar un buen funcionamiento y evitar averías a futuro. Ocurre lo mismo con los coches, por eso los fabricantes establecen de forma exacta la regularidad con la cual se les deben dar ciertos cuidados; en sí, especifican qué partes y cada cuánto se deben revisar, reemplazar o ajustar.
En qué consiste el mantenimiento
Durante las revisiones de mantenimiento se inspecciona con detenimiento cada elemento, con el fin de prevenir futuros desperfectos. En el caso de los desgastes, si no se detectan antes de que lleguen a su máximo permitido, las averías podrían ser graves, como piezas rotas, rozamiento entre dos o varios elementos, etc.
Para los filtros y los aceites lo usual es reemplazarlos todos según lo establecido por el fabricante; sin embargo, si se hace con anterioridad es mucho mejor. Tanto para los aceites como para otros fluidos, es importante mantenerlos en los niveles adecuados; en ellos, una simple variación por encima o muy por debajo de lo estipulado podría generar serias fallas. Además, de acuerdo a su consumo es posible detectar algunos problemas, por ejemplo que el turbo del vehículo incinere lubricante de más.
La correa de distribución es un componente que tiene periodos muy puntuales para su cambio preventivo. Es muy necesario revisar si posee grietas o alguna rasgadura y al primer indicio de deterioro tiene que ser reemplazada; la destrucción que podría ocasionar a los elementos móviles, lo obligaría fácilmente a tener que realizar un cambio de motor. De igual forma, se le deben dar atenciones a los componentes que trabajan en conjunto con la correa, como los tensores o los rodillos guía.
Para la transmisión los puntos claves son los guardapolvos y los fuelles, por lo que es perentorio estar atentos a que no tengan fisuras ni grietas. Si las poseen deben cambiarse sin demora, debido a que la grasa que almacenan se esparciría en muy poco tiempo y se introduciría la tierra que levanta el coche, formándose una pasta que se comportaría como un esmeril, lijando las piezas con cada movimiento del vehículo; incluso la junta homocinética podría romperse por esta causa.
“Es mejor prevenir que curar”, con un correcto mantenimiento se ahorrará preocupaciones, grandes gastos y, sobre todo, estará mucho más seguro, tanto usted como sus acompañantes. Al momento de adquirir los repuestos que deba cambiar, puede serle de gran utilidad un buscador de piezas de desguace on-line, el cual es un sitio que reúne en una misma plataforma a los negocios que venden piezas de segunda mano.